En este blog hemos hablado en más de una ocasión sobre la formación y el aprendizaje, eminentemente prácticos, que deben desarrollar las empresas.
Normalmente, nos hemos centrado en conocimientos y habilidades relacionados con las herramientas habituales de la mejora continua o lean management. Lo que los anglosajones entroncan en el concepto hard skills.
En esta ocasión, en este post, vamos a hablar de las habilidades soft, las soft skills, tan necesarias como las anteriores, y aún más importante si consideramos la combinación y complementariedad que debe existir entre ambas líneas de formación.
Revisadas estas diez posibilidades de formación soft, veamos su aplicación práctica como complemento metodológico de una implantación de cualquier herramienta de las conocidas (5S, SMED, TPM, PFS, etc):
“Sin trabajo en equipo, motivado por su líder, en el que se establezca una correcta comunicación y una adecuada gestión del tiempo, que nos conduzca a tomar decisiones y resolver problemas, a través de la negociación continua y, por supuesto, enfocados al cliente con la máxima calidad posible…, dificilmente triunfaremos en el workshop o proyecto de turno.”
Pensemos en aplicar herramientas, pero más allá de esto, pensemos en cómo transformar la cultura de la empresa y sus personas, y eso se consigue con la perfecta mezcla de hard y soft skills.