El visual management, o gestión visual, hace referencia a la capacidad que tiene un entorno para hacer posible la interacción entre las personas y la información y la habilidad de éstas para decidir y actuar de forma ágil como resultado de esa interacción.
Un ejemplo muy claro de visual management en nuestro día a día sería la capacidad que tenemos de ir del punto a, al punto b, a través de la interacción con herramientas digitales y señales visuales físicas. En algunos casos, como en el de aplicaciones como Waze, la visualización e indicaciones que ofrecen es enriquecida con la información aportada a tiempo real por miles de usuarios conectados en diferentes lugares.
Con todo ello, gracias a la interacción visual y digital, sabemos en cada momento qué dirección debemos tomar para alcanzar nuestro objetivo con la máxima agilidad y efectividad.
El Visual Management en un entorno empresarial tiene la misma finalidad: facilitar la autoorganización y colaboración de equipos ágiles de alto rendimiento a través de entornos de trabajo e innovación simples, efectivos y visuales.
Una vez entendido analizado el flujo de interacción de tus equipos, el siguiente paso inmediato es definir los indicadores que van a calibrar si lo que estamos haciendo es aquello por lo que nos pagan nuestros clientes o no.
Uno de los errores más frecuentes que cometen los equipos al seleccionar los indicadores de rendimiento del sistema, es primar la cantidad frente a la calidad. Seleccionar muchos indicadores de rendimiento dificulta el foco. Está comprobado que los individuos somos capaces de gestionar entre 3 y 5 objetivos, por tanto, hay que establecer y decidir muy bien cuales son los KPI’s claves que definen la satisfacción de nuestros clientes.
Para ello, ello uso de pizarras visuales o Visual Boards en Digital Wokplaces facilita mucho el trabajo colectivo, permitiendo la visualización del progreso del trabajo y la innovación en los equipos. Éstas pueden ser físicas para equipos que trabajen en el mismo entorno fisico o digitales, a través de aplicaciones como Trello o Asana, para equipos que trabajen en diferentes localizaciones.
En cualquiera de los casos, lo importante es que el entorno visual permita que la información no tenga que ser enviada cuando no se necesita sino que esté disponible en el momento, lugar y forma en que cada persona y equipo la necesita.
Para conseguir la máxima agilidad y capacidad de respuesta ante las necesidades de nuestros clientes, es necesario establecer unas rutinas y rituales estándares para el trabajo en equipo: cada squad ágil debe definir puntos de encuentro con la cadencia necesaria y principios de trabajo compartidos que faciliten:
La agilidad requiere comunicación efectiva y estabilidad operativa. Para ello, el visual management nos proporciona el marco para hacer transparente, en cada momento, el estado de cada decisión, desviación e innovación en el camino hacia nuestros objetivos.
Si lideras un proyecto de transformación agile apoyándote en el Visual Management, ten en cuenta los siguientes errores (que ya hemos cometido) y que te invitamos a evitar:
Con todo esto, ¿preparado para iluminar a tus equipos hacia la agilidad y alto rendimiento? Te ayudamos.