Hace unas semanas publiqué un post denominado ¿Directivo Lean? en el que comentaba las características que atesoran (o debieran atesorar) los directivos lean. En el caso del presente post, siguiendo con la serie del papel que juegan las personas en una organización lean , voy a centrarme en el rol de los mandos intermedios, supervisores o capataces de las empresas, figuras fundamentales para el buen funcionamiento y gobierno del gemba.
Primero quisiera comentar que el papel del Mando Intermedio es uno de los más complejos, dado que ejerce un difícil papel bisagra, por lo que debemos profesarle un gran respeto.
Las características que debe poseer un Mando Intermedio Lean son en algunos casos semejantes a los del Directivo Lean, pero voy a hacer un ejercicio de diferenciación, entre los dos tipos de responsable.
Para finalizar, volver a remarcar que esos Mandos Intermedios, tan vilipendiados en determinadas ocasiones, son figuras fundamentales en la organización. Las estructuras “hiperplanas” (sin duda alguna, mucho mejores que las tremendamente verticales y jerarquizadas, tan defendidas en algunos foros) que llevan a esquemas similares al que tenía Bob-Marley-and-his-Wailers, solo llevan a una anorexia organizativa, falta de perspectiva y comunicación, atributos que siempre debe tener un mando lean.