Uno de los temas importantes a considerar en un proceso de transformación lean, es el de tener en cuenta los diferentes papeles que juegan todos y cada uno de los profesionales que trabajan para la empresa. En este hecho, hemos reconocido diferentes variantes de clasificación de las personas que participan que, como ya hemos comentado en muchas ocasiones, deben ser todas las que pertenecen a la compañía. Nadie puede ser excluido de un programa lean.
En esta entrada vamos a tratar otra variante que debemos tener en cuenta, en el momento de poner en marcha el proceso lean citado. Y no es otra que la que vela por el tipo de actividad que desarrollen los miembros de los diferentes equipos que se configuren en pos de la mejora progresiva y continua.
En este punto y con lo expresado anteriormente, debemos definir dos grandes grupos, de acuerdo con el símil del título de este post:
Si tomamos el paralelismo de los dos personajes definidos en el apartado anterior y consideramos la parte más operativa del trabajo dentro de un programa lean, podríamos hacernos estas dos preguntas y convenir en lo siguiente:
Para hacer todavía más fuerte la unión y la fusión de intereses entre los dos roles comentados (y a pesar de que cada uno de ellos tiene su trabajo básico), las dinámicas de trabajo kaizen preconizan que los “cazadores” se hagan “granjeros”, y que estos últimos se conviertan en aquellos primeros, para mejor comprensión de las tareas a realizar.
Es decir, y a modo de ejemplo, si el ingeniero (hunter) de turno se mueve continuamente por el gemba, para su mejor conocimiento del territorio, y el operario (farmer) sale a dar una batida en otras áreas de la empresa, de vez en cuando, el enriquecimiento mutuo será muy elevado y potenciará la Mejora Continua de la compañía, todavía más.
Vamos a buscar nuevas “aventuras”, a la vez que mantenemos todo aquello que ya hemos conseguido con gran esfuerzo y que no podemos permitirnos que se nos venga abajo.