Recordando una visita de un potencial cliente a una empresa en la que habíamos colaborado sorprendieron sus comentarios acerca de lo visto.
La empresa visitada es un ejemplo de la aplicación de sistemas de producción Pull ( heijunka, mizusumashi, Creación de flujo, Rediseño de líneas de producción, etc) pero lo curioso es que lo que más le llamó la atención a esta persona fue la Gestión Visual, no hacía falta explicar casi nada.
Mi reciente incursión en el mundo de las guarderías, padre primerizo, reforzó la necesidad de reducir los mudas (despilfarros) asociados a la necesidad de comunicación, búsqueda, al desorden y a la dificultad de encontrar y ubicar elementos. Y la aplicación del sentido común, la sencillez y el mínimo texto posible.
Algunos ejemplos de una guardería que podrían ser de ejemplo para nuestras empresas:
En fin, mucha información visual y visible que permitía entender rápidamente el funcionamiento del proceso, los elementos necesarios, simplificaba la identificación de los elementos importantes y trataba de evitar errores.
Es un error despreciar la gestión visual por considerarla “infantil” o basándonos en el argumento, que entra dentro de nuestras famosas “frasecillas”, de “esto ya se sabe”. La gestión visual forma parte, o debería, de nuestros estándares y nuestra comunicación para evitar errores, malentendidos e interpretaciones.